21 de mayo de 2012

Abuelos vuelven a la escuela para aprender a usar la computadora


Es una idea de los integrantes del Centro de Estudiantes de la escuela Ana Guyot de Calzada, de San Rafael, que buscan incluir a los adultos mayores
Las distancias se achican, las diferencias desaparecen y ya no hay brecha generacional cuando 60 abuelos se sientan con sus jóvenes tutores a aprender a usar la computadora. Es que los chicos del Centro de Estudiantes de la escuela secundaria Ana Guyot de Calzada, ubicada en la intersección de Coronel Plaza y Bufano, en San Rafael, más que enseñarles comparten este proyecto por el cual les dan las nociones básicas de la informática, el monstruo que asusta a los abuelos.
La idea surgió tras una experiencia similar de una universidad que tomó prestadas las aulas de la escuela. Entonces los alumnos del colegio quisieron hacer propia la experiencia y adoptaron la iniciativa de introducir a los adultos mayores a ese mundo que les parece tan difícil e inalcanzable. A esto le sumaron que cada uno de los 60 abuelos tiene su propio tutor, que son chicos alumnos de la escuela de distintos años.
"Es una experiencia muy interesante, los 'chicos grandes' como les decimos nosotros a los abuelos, nos escuchan muy atentos a los 'chicos chicos'", contó Edgardo Orellano (17), integrante del Centro de Estudiantes. Y agregó: "Se entusiasman, están muy contentos porque hasta cuando llegaron le tenían miedo a la computadora, además están súper agradecidos porque les enseñamos".
El curso consiste en conocer desde dónde se enciende la máquina, cómo se usa el mouse, el entorno del sistema, hasta navegar en internet y chatear. "Se crea un vínculo entre los adultos mayores y los adolescentes, y vemos que podemos terminar con esas ideas que a veces tienen los grandes de que los jóvenes están en cualquier cosa y nosotros de que los abuelos ya fueron desplazados", contó a Los Andes Maximiliano D'Angelo (18).
"Tengo computadora en casa pero no sé usarla por eso cuando me enteré en la Asociación de Jubilados de San Rafael de este curso me anoté", contó Rafael Romero (65) mientras practicaba en un simulador de chat una conversación con su esposa que se encontraba en otra computadora de la sala. A su lado, Damián López (17) es su tutor hace las veces de profesor. "Se da una experiencia muy linda, que nosotros podamos enseñarles algo a los abuelos es asombroso", agregó.
"Es adaptarse uno al otro", dijo Mirta, una de las señoras quien contó que ya le perdió el "miedo al ratón y a toda la computadora, no prendía la de mis sobrinos porque me daba miedo romperla".
La relación con los adolescentes es lo que más rescatan los abuelos. "Tienen mucha paciencia con nosotros, son muy buenos, repiten las cosas tantas veces haga falta y no dicen'esta vieja hincha'", expresó entre risas la mujer.
Para brindar estas clases los chicos primero se prepararon para capacitar mediante la guía e instrucción del gabinete psicopedagógico de la escuela que le brindó apoyó. Los cursos son gratuitos y no hace tener computadora en la casa, aunque muchos ya las tienen y no saben usarla, y otros se entusiasmaron e incluso han contratado Internet para seguir aprendiendo.
"Hay abuelos de hasta 80 años, como una señora que es una de las que más ha avanzado, lo que nos demuestra que no importa la edad para tener interés y aprender", contó Edgardo.
Mientras tanto, la clase continúa en forma amena, las risas llenan la sala, donde frente a cada pantalla está sentada la dupla alumno-maestro. Joven y abuelo conversan, se divierten, practican una y otra vez hasta que las cosas salen bien. Y en muchas ocasiones la charla sale de la temática de la clase y se comparten experiencias personales, sobre todo entre los que tienen afinidad.
Fuente: LOS ANDES 

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